domingo, 11 de diciembre de 2011

Agustín de Iturbide.
(PRESIDENTE DE 1821-1823)



Con treinta y siete años fue nombrado comandante general del Sur y se le encomendó la tarea de sofocar la insurrección de Guerrero, una de las últimas que continuaban en liza. Al no conseguirlo, se reunió con éste y, juntos, presentaron el denomindo Plan de Iguala, en el que se proclamaban tres garantías: la independencia de México, la igualdad de derechos para españoles y criollos y, por último, la supremacía de la Iglesia Católica. Rápidamente, el ejército trigarante pasó a dominar todo el país. En vista de ello, el nuevo representante del rey de España, Juan O'Donojú, firmó el tratado de Córdoba, por el que se reconocía la independencia de México.
Un año más tarde, Iturbide se autoproclamó emperador (Agustín I), si bien muy pronto hubo de enfrentarse a una conspiración de carácter republicano. Decidió entonces disolver el Congreso y nombró una Junta que actuaba por completo a su servicio. En contra de estas medidas, el gobernador de Veracruz, el general Santa Anna, resolvió proclamar la República, e inmediatamente recibió el apoyo de otros generales, e incluso de las tropas que en principio debían acabar con la revuelta. Por último, Iturbide se vio obligado a abdicar. Se exilió en Europa (1823) y un año después volvió a su país, ignorante de que allí había sido condenado a muerte. Detenido a su llegada, fue fusilado a la edad de cuarenta y un años.

Pedro Celestino Negrete.
(PRESIDENTE DE 1823-1824)

Al abdicar Iturbide, el poder ejecutivo se quedó sin representante, y fue así, que Negrete fue nombrado, junto con Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria como responsable provisional del poder ejecutivo, cargo que desempeñó en solitario durante seis días (debido a que ni Bravo ni Victoria se encontraban en la Ciudad de México). El 4 de Octubre de 1824 (cuando asumió la presidencia provisonal), fue promulgada la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.
En 1827, Negrete y algunos otros peninsulares (fráiles Joaquín Arenas y Francisco Martínez) planeaban levantarse en armas, para derrocar al recién formado gobierno independiente (y restaurar la monarquía), pero la conspiración fue descubierta y Negrete fue desterrado de México. Murió en 1846 en Burdeos, Francia.


Guadalupe Victoria.
(PRESIDENTE DE 1824-1829)

En 1812 se sumó a las fuerzas insurgentes de Hermenegildo Galeana y cambió su nombre por el de Guadalupe Victoria, pues se encomendó a la Virgen morena y luchó por la victoria de la causa insurgente. Destacó durante la toma de Oaxaca y se unió a la tropa de Nicolás Bravo en Veracruz. Se dedicó a controlar el paso del puente del Rey, por el que se hizo famoso debido a sus exitosos asaltos a convoyes militares.
Por ello fue ascendido a coronel y se encargó de la campaña de Veracruz. Defendió los puertos de Nautla y Boquillas de Piedras, aunque los realistas consiguieron recuperarlos más tarde. Victoria inició una estrategia de guerra de guerrillas con ataques breves pero fulminantes. Además organizó un gobierno en el territorio que dominaba, fijó impuestos para el sostenimiento de la guerra, nombró jueces y las condiciones para la creación de una fuerza marítima. Logró asediar y aislar las ciudades de Córdoba, Orizaba y Jalapa.




 Vicente Guerrero.
(PRESIDENTE EN 1829)

Cuando Iturbide se coronó emperador de México, Guerrero tomó las armas para derrocarlo. Después apoyó incondicionalmente al presidente Guadalupe Victoria y se afilió a la logia masónica yorkina. En 1829, Vicente Guerrero fue nombrado presidente constitucional pero, destituido a los pocos meses, se enemistó con Anastasio Bustamante, a quien al parecer mandó asesinar. Tras sufrir una traición, Guerrero fue fusilado en Cuilapan.
José María Bocanegra.
(PRESIDENTE EN 1829)



JOSÉ MARÍA BOCANEGRA

Realizó estudios de Derecho en el Colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México. Trabajó en la Real Audiencia y fue miembro del Colegio de Abogados. Fue diputado al Congreso Constituyente de 1824 y oidor y ministro del Supremo Tribunal de Justicia. Ocupaba el Ministerio de Relaciones en el gabinete de Vicente Guerrero cuando éste lo nombró presidente interino, el 18 de diciembre de 1829, para ir a combatir personalmente la rebelión del vicepresidente Anastasio Bustamante. Bocanegra, sin embargo, debió dejar el cargo escasos días después tras un levantamiento en la Ciudad de México. Posteriormente ocuparía los ministerios de Hacienda (1833) y de Relaciones Exteriores en distintos gabinetes (1837 y 1841-1844). La fama que no logró como fugaz presidente la alcanzó como historiador al escribir Memorias para la historia del México independiente, 1822-1846, obra fundamental para entender la primera mitad del siglo XIX mexicano.

Pedro Vélez.
(PRESIDENTE EN 1829)


Por su arduo trabajo fue nombrado como vocal secretario de la Diputación Provincial en 1822. Ganó las elecciones a dicho puesto en el cual estuvo de 1823 a 1824. Después de haber sido diputado, Vélez decidió que quería ser mejor y fue a la Ciudad de México a vivir. Ingresó al Colegio de Abogados el 24 de enero de 1825.
El primer puesto que tuvo después de haber estudiado en dicho colegio fue el haber sido secretario de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Posteriormente de 1828 a 1830 Vélez tuvo el puesto de presidente de dicha corte.
El primer paso que lo llevó a ocupar la presidencia de México fue cuando el gobierno de José María Bocanegra fue derrocado por los diferentes problemas y enfrentamientos que había. Después de eso Vélez ocupó el cargo de Presidente del país el 23 de diciembre de 1829.
Estuvo en dicho puesto hasta el 31 de diciembre de 1829. Y decidió entregar el poder a Anastasio Bustamante. Se casó con Josefa Torres. Las funciones de Pedro Vélez fueron creciendo con el tiempo por haber sido una de las personas más importantes y destacadas del país.
Se dice que durante la administración de Antonio López de Santa Anna, Vélez formó parte de miembros de la justicia y negocios eclesiásticos el 22 de febrero de 1842.
Pasó su vida trabajando y siendo un ejemplo para otros personajes históricos de México con quienes tuvo contacto y amistad durante los diferentes puestos que tuvo. Murió en la capital de la República el 5 de agosto de 1848 por causas naturales.
Pedro Vélez marco aspectos importantes en México y debido a su maravillosa trayectoria dejó un legado histórico en el país. Debido a eso es y estará siempre presente en los libros de historia de México.
Anastasio Bustamante.
(PRESIDENTE DE 1830-1832)


Estudió en el Seminario de Guadalajara y realizó estudios de medicina en la Ciudad de México. Siguiendo a su protector, Félix María Calleja, se hizo militar y persiguió a Hidalgo y a Morelos. Tras el establecimiento de la República, ocupó la Vicepresidencia durante el mandato de Vicente Guerrero, a quien arrebató el poder. En esa su primera responsabilidad del Poder Ejecutivo (1830-1832), si bien como vicepresidente en ejercicio de la Presidencia, combatió la delincuencia, reorganizó la hacienda pública y estableció el banco de avío. Entre 1837 y 1839, por segunda vez se hizo cargo de la dirección del país, periodo en el que enfrentó la Guerra de los Pasteles. En su segundo periodo de gobierno como presidente (1839-1841), encaró una gran resistencia por parte de los militares, principalmente de Antonio López de Santa Anna, quien, junto con Mariano Paredes y Arrillaga y Gabriel Valencia, encabezó un pronunciamiento que terminó por derrocarlo. En 1847 combatió contra la intervención norteamericana. Posteriormente participó en la pacificación de Guanajuato, Aguascalientes y la Sierra Gorda.
Melchor Múzquiz.
(PRESIDENTE EN 1832)





A finales de 1811 dejó sus estudios en el Colegio de San Ildefonso en la Ciudad de México para unirse a las fuerzas insurgentes de Ignacio López Rayón en Zinacantepec. Ascendió a coronel y combatió bajo las órdenes del general Guadalupe Victoria. Consumada la Independencia, fue gobernador del Estado de México (1824), comandante militar de Puebla (1829) y general de división. En 1832, el Congreso lo declaró presidente interino para suplir a Anastasio Bustamante, que había salido a combatir a Antonio López de Santa Anna. Durante su gobierno, caracterizado por una escrupulosa honradez y por apoyarse en destacados “hombres de bien”, se ordenó la acuñación de la moneda de cobre y el cobro de impuestos por puertas y ventanas. A finales de ese mismo año, Bustamante, Santa Anna y Manuel Gómez Pedraza pactaron que este último se convirtiera en el nuevo presidente, desplazando a Múzquiz. 
Manuel Gómez Pedraza.
(PRESIDENTE DE 1832-1833)

Como oficial realista, participó en la captura de Morelos y obtuvo el grado de teniente coronel en 1815. Fiel a Iturbide, se sumó al Plan de Iguala. Fue comandante en la Huasteca, jefe de la plaza de México y gobernador y comandante militar del estado de Puebla en 1824. Fue ministro de Guerra y Marina durante el gobierno de Guadalupe Victoria. En 1828 fue electo presidente; sin embargo, el levantamiento de Vicente Guerrero —quien en complicidad con el Congreso asumió el poder—, impidió que tomara posesión. A finales de 1832, en la hacienda de Zavaleta, Antonio López de Santa Anna y Anastasio Bustamante decidieron colocar a Gómez Pedraza en la Presidencia para concluir el periodo que debió cubrir originalmente hasta marzo de 1833. Después de esa fecha, ocupó el Ministerio de Relaciones en posteriores gobiernos de Bustamante (1839) y de Santa Anna (1841).
 Valentín Gómez Farías.
(PRESIDENTE EN 1833)

Vicepresidente con Santa Anna, sustituyó a éste en el cargo en varias ocasiones, las primeras entre 1833-34 y la última en 1846-47, llevando a cabo una política liberal. Su gobierno se caracterizó por un abierto desafío al poder del clero y por la defensa de la autoridad civil. Negó el pase a las bulas papales procedentes de Roma, suprimió la Real y Pontificia Universidad de México y abolió la pena de muerte por delitos políticos. Sustituyó además parte de las tropas regulares por milicias y dio un gran impulso a la enseñanza estatal, lo que terminó con el monopolio de los colegios confesionales.
Antonio López de Santa Anna.
(PRESIDENTE DE 1833-1835)

En 1835 suprimió el régimen federal aplastando por la fuerza a sus defensores; este refuerzo del centralismo desencadenó la rebelión de Texas, territorio del extremo noreste de México con fuerte presencia de colonos anglosajones. Atacó Texas con su ejército, enfrentándose también a los Estados Unidos, que prestaban apoyo a los rebeldes (1836); pero fue derrotado y hecho prisionero en San Jacinto, enviado a Washington y liberado por el presidente Jackson tras entrevistarse con él.
Miguel Barragán.
(PRESIDENTE DE 1835-1836)


Valle del Maíz, 1789-?, 1836) Militar y político mexicano. Presidente de la República (1836-1837). Participó en las luchas por la independencia, en las que obtuvo la rendición del castillo de San Juan de Ulúa (1825), último bastión español en México. Durante su presidencia se inició la sublevación de los colonos texanos, alentada por EE UU.
José Justo Corro.
(PRESIDENTE DE 1836-1837)


Fue diputado al Congreso Constituyente de 1824, gobernador de Jalisco del 22 de septiembre de 1828 al 1 de mayo de 1829, magistrado de la Suprema Corte y secretario de Justicia y Negocios Eclesiásticos en 1835. Al separarse Miguel Barragán de la Presidencia por motivos de salud, Corro fue designado presidente interino. Le correspondió poner en vigor la nueva Constitución redactada por los centralistas conservadores que ponía fin al sistema republicano federal. La nueva ley abrogó el voto universal y lo limitó a las personas que supieran leer y escribir; además, estableció el Supremo Poder Conservador, encargado de controlar al Ejecutivo, al Legislativo y al Judicial. Corro era excesivamente religioso, débil en la toma de decisiones y ajeno a los conocimientos militares, tan importantes en esa época de guerras. Al término de su gobierno se entregó a las prácticas religiosas con tanto afán que lo apodaron El Santo.








    






































































































































































































































































































































































































































Anastasio Bustamante.
(PRESIDENTE DE 1837-1839)


 Estudió en el Seminario de Guadalajara y realizó estudios de medicina en la Ciudad de México. Siguiendo a su protector, Félix María Calleja, se hizo militar y persiguió a Hidalgo y a Morelos. Tras el establecimiento de la República, ocupó la Vicepresidencia durante el mandato de Vicente Guerrero, a quien arrebató el poder. En esa su primera responsabilidad del Poder Ejecutivo (1830-1832), si bien como vicepresidente en ejercicio de la Presidencia, combatió la delincuencia, reorganizó la hacienda pública y estableció el banco de avío. Entre 1837 y 1839, por segunda vez se hizo cargo de la dirección del país, periodo en el que enfrentó la Guerra de los Pasteles. En su segundo periodo de gobierno como presidente (1839-1841), encaró una gran resistencia por parte de los militares, principalmente de Antonio López de Santa Anna, quien, junto con Mariano Paredes y Arrillaga y Gabriel Valencia, encabezó un pronunciamiento que terminó por derrocarlo. En 1847 combatió contra la intervención norteamericana. Posteriormente participó en la pacificación de Guanajuato, Aguascalientes y la Sierra Gorda.