domingo, 11 de diciembre de 2011

Nicolás Bravo.
(PRESIDENTE EN 1839)

1831 logró vencer en Chilpancingo a las fuerzas de su antiguo compañero de armas. Por esta acción el congreso le otorgó una espada de honor, considerando esa batalla como decisiva para el triunfo de los conservadores sobre la revolución. El posterior asesinato de Guerrero vino a enturbiar la confirmación de aquella época de gloria.
En los dos años de gobierno alamanista, bajo la presidencia de Bustamante, Nicolás Bravo se mantuvo aislado y alerta en las tierras del sur.

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